El milagro de nacer de nuevo

Jesús te vio, por eso lo soportó todo!

Jesús pudo soportar los maltratos porque te tenía en sus pensamientos. Él pudo aguantar el sufrimiento porque tu salvación era su propósito. En esto vemos su gran amor por ti. ⁸⁹. Tú eres el gozo que le esperaba. Jesús eligió la cruz para poder llevarte al Padre.

Con esa misma idea profetizó Isaías: ‘Pero el Señor quiso quebrantarlo y hacerlo sufrir’. Estas palabras nos pueden dar la sensación de que Dios disfrutó del dolor y padecimiento de Jesús. Pero ¿cómo puede un Padre disfrutar de algo así? No, estas palabras hablan de la alegría del Padre al ver regresar a tantos hijos perdidos, gracias al sacrificio de Jesús’⁹⁰.

Por eso añadió el profeta: ‘Como Él ofreció su vida en expiación, verá su descendencia y prolongará sus días, y llevará a cabo la voluntad del Señor’. Jesús sabía que por su muerte y resurrección tendrías la posibilidad de convertirte en hijo de Dios. Por eso soportó la cruz menospreciando la vergüenza que ella significaba. ‘Cuando vea todo lo que se logró mediante su angustia, quedará satisfecho. Y a causa de lo que sufrió, mi siervo justo hará posible que muchos sean contados entre los justos, porque Él cargará con todos los pecados de ellos’⁹¹.

Cuando Jesús murió en la cruz, clamó: ‘¡Consumado es!’⁹². Esta palabra en hebreo deriva de la raíz calal, que significa ‘terminar, llevar a cabo’. ¿Sabías que el vocablo hebreo para ‘novia’ (calá) viene de la misma raíz? ¿Podría ser que Jesús estaba pensando en la novia por la que estaba pagando ese precio cuando exhaló su último aliento? Tú ya estabas en su corazón, ¿por qué no entonces en sus labios?