Por la sangre de Jesús te reconcilias con Dios Padre

El término hebreo para ‘reconciliación’ significa que tú, como deudor, debes entregar algo a tu acreedor en sustitución penal de la deuda, para poder saldarla. Ni tú ni yo teníamos la capacidad de reparar nuestra relación rota con Dios. Por amor Él tomó la iniciativa para reconciliarnos: mandó a su Hijo para restablecer nuestra relación. Este es el precio que se tenía que pagar para poder liberarnos del pecado y de la muerte: Jesús tenía que ser hecho pecado. Este intercambio tuvo lugar en la cruz. Y no es que Dios no tuviese nada que ver con ello, al contrario, precisamente fue su voluntad:

“Pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores. Entonces, como se nos declaró justos a los ojos de Dios por la sangre de Cristo, con toda seguridad Él nos salvará de la condenación de Dios. Pues, como nuestra amistad con Dios quedó restablecida por la muerte de su Hijo cuando todavía éramos sus enemigos, con toda seguridad seremos salvos por la vida de su Hijo. Así que ahora podemos alegrarnos por nuestra nueva y maravillosa relación con Dios gracias a que nuestro Señor Jesucristo nos hizo amigos de Dios’75.

Padre celestial,
 
gracias por el milagro de la reconciliación. Te agradezco que Jesús haya tomado sobre sí mi enemistad y mi condenación, de tal manera que libremente puedo acudir a ti y me puedo llamar hijo tuyo/hija tuya. Ayúdame a comprender lo que tuvo que padecer Jesús por mí, para que nunca me vuelva indiferente ni me desanime en mi corazón.
 
Amén.

Anterior Próximo
Ver todas las imágenes

adminThrough the Blood of Jesus You are Reconciled with God the Father