El milagro de la sanación

Persevering and Doing God’s Will

Pablo sabía mejor que nadie que podemos saborear y experimentar ‘los poderes del mundo venidero’, por los que también hoy en día Dios sana a la gente⁵³. Even though Paul experienced that not everyone healed for whom he prayed, he didn’t stop praying⁵⁴. Mientras tanto, Pablo esperaba los cielos nuevos y la tierra nueva en los que todos recibiremos sanación y restablecimiento total⁵⁵. POrar por los enfermos va acompañado siempre de fe y esperanza. Dios difícilmente te puede dar algo que no estás dispuesto a recibir. Para recibir el don de la sanidad necesitamos también perseverancia y paciencia para hacer nuestro lo que Dios nos ha prometido:

‘Pero deseamos que cada uno de ustedes siga mostrando hasta el fin ese mismo entusiasmo, para que se realice completamente su esperanza. No queremos que se vuelvan perezosos, sino que sigan el ejemplo de quienes por medio de la fe y la constancia están recibiendo la herencia que Dios les ha prometido’⁵⁶. “]⁵⁷[/extra].’

Es importante que, a pesar de las contrariedades y decepciones, perseveremos en el cumplimiento de la voluntad de Dios, lo que significa que tenemos que seguir orando por los enfermos con fe y paciencia, esperando que el poder de Dios se manifieste en nosotros y a través de nosotros.

Debemos creer que Dios desea sanar a muchas más personas de las que hemos visto hasta ahora. Oremos entonces por el milagro de la sanación:

Padre celestial,

gracias porque no existe ninguna enfermedad destructiva con la que Jesús no haya cargado durante la terrible flagelación. Creo que por sus heridas soy sanado y que todas las enfermedades están bajo su autoridad, por eso puedo acudir a ti para que mi cuerpo sea sanado. ¡Jesús es mi Sanador! Ayúdame a hacer tu voluntad con perseverancia, también orando por los enfermos. ¡Gracias por tanto amor!

Amen.