Los Siete Milagros

Las últimas dieciocho horas antes de la muerte de Jesús estuvieron completamente bajo el control de Dios Padre. Fueron acontecimientos dictados por Él y ejecutados por soldados romanos pecadores.

Las siete veces que Jesús sangró no fueron casuales. Fueron uno a uno actos proféticos, predichos cientos de años antes, según la voluntad de Dios y dictados por Él.

Con estos actos proféticos el Gran Director nos quiere mostrar claramente lo que significa para nosotros el milagro de la cruz:

EL milagro del perdón
El milagro de la redención
El milagro de la purificación
El milagro de la sanación
El milagro de la liberación
El milagro de la reconciliación
El milagro de la nacer de nuevo

Así como el Día de la Expiación el sumo sacerdote tenía que rociar la tierra siete veces con la sangre del chivo, de la misma manera roció Jesús la tierra siete veces con su propia sangre.

Nosotros, los seres humanos, somos de la tierra. Hemos sido creados del polvo de la tierra y volveremos al polvo. Vulnerables, frágiles, pero tan amados por Dios Padre.

Si creemos que Jesús derramó su sangre por nosotros de una forma perfecta, su sangre penetrará en nuestras vidas y llevará a cabo, uno a uno, los siete milagros.


Albert van der HeideINICIO