El tercer milagro de la cruz
El milagro de la purificación
Le arrancaron a Jesús pelos de la barba
También tu conciencia te acusa
Recuerdos del pecado
La sangre de Jesús purifica tu conciencia
La sangre de Jesús purifica tu conciencia
Si le pedimos a Dios que purifique tu conciencia con la sangre de Jesús, Él hará lo imposible y tocará el dolor que acompaña al recuerdo del pecado, para así recibir sanación interior. Entonces adquirirás la capacidad de no pensar más en ello. Dios dice a aquellos que ponen los ojos en Jesús: ‘Perdonaré la maldad de ellos y no me acordaré más de su pecado’44.
La palabra que usa Dios es ‘pensar, recordar’ (zajar en hebreo), significa que Dios tiene la capacidad de no pensar en ello, no traerlo más a la memoria. Esto es lo que ocurre contigo cuando la sangre de Jesús limpia tu conciencia, entonces adquieres tú también la capacidad de no tenerlo presente en tus pensamientos.
Solo así podrás olvidar el pasado y esforzarte por alcanzar, por medio de Jesús, lo que está delante.45. El tercer milagro de la cruz es el cumplimiento de la profecía de Isaías: Jesús no solo cargó con nuestros pecados, sino también con nuestro dolor, lo sufrió.46. Oremos por el milagro de la purificación:
Padre celestial:,
En el nombre de Jesús te pido que limpies mi conciencia y que la sangre del Señor Jesús borre todas las imágenes inmorales que se han quedado grabadas en mi memoria. Santifica mi conciencia, para que esta deje de acusarme y pueda entender mejor tu voz y, consecuentemente, servirte con gozo.
Creo que la sangre de Cristo también puede limpiar mi inconsciente y que Tú quieres tocar en este momento el dolor asociado con el recuerdo del pecado, para que mi alma herida pueda recibir sanación interior. Ven, Espíritu Santo, sana mi alma herida en el nombre de Jesús. Gracias porque puedo recibir tu amor sanador a la sombra de tu presenciae.
Amen.